Reflexiones sobre ciencia, prejuicios y padres homosexuales

Por Carolina Baeza
Es innegable la acumulación de aciertos y los importantes avances obtenidos a partir de la implementación del método científico, por lo mismo la ciencia en nuestra época ha alcanzado la categoría de dogma, esto quiere decir que sus formulados no se cuestionan sino que se consideran como proposiciones verdaderas, o al menos diremos que gozan de gran prestigio y credibilidad. A pulso se lo ha ganado (aunque nunca hay que olvidar que es otro paradigma, otra forma de mirar el mundo como otras formas existentes...) y entonces la ciencia con todo su poder tiene la facultad de moderar debates, de ser una especie de juez a la hora de deliberar respecto de ciertos asuntos, y a pesar de ser la ciencia una materia de expertos, un lenguaje y un terreno de elevado estatus, exclusivo de los investigadores-clase científica o como quiera llamarse, tiene y debería tener como fin ultimo la aplicación, o al menos la incorporación teórica (simplificada claro) de sus postulados en la gente común y corriente; los conocimientos científicos deben bajar de su pedestal para repartirse y convivir entre lo cotidiano. Y así es en no pocos casos, el sentido común se apodera rápidamente de lo científico: la gente cita "un estudio dijo que tal", "los científicos probaron tal" (¡que respaldo más poderoso para un comentario!) y se nutre de los avances y eso está bien, porque de esta manera se rompen mitos y creencias erróneas que no tienen ninguna base empírica (sí, pienso que hay que cuestionar, diferente de desestimar...) pero permanecen arraigadas en la población con mucha fuerza. Y aquí el punto...
Sin embargo, hay cierta creencias que permanecen en la sociedad a pesar de que la ciencia diga lo contrario, y es curioso por que la sociedad se nutre de la ciencia para reformular conceptos, pero ciertos prejuicios permanecen impermeables y resistentes a cualquier opinión que se oponga, uno de ellos es la homosexualidad, que de a poco ve luces de tolerancia pero a paso lento.


La ciencia se pronuncia
La ciencia se pronuncia hace algunos años acerca de que no debía ser considerada "enfermedad mental", ¡vaya estigma que la comunidad médica considere que ser homosexual es un problema psiquiátrico!, así era antes (en 1973, da susto pensar que no hace mucho) y bueno, ya no son enfermos y hay más respeto, pero no tanto como para reconocerles el derecho a ser padres... VEAMOS ¿Qué hay de cierto en todos aquellas creencias que excluyen a los homosexuales de la paternidad? (la paternidad entendida como la función de capacitar a los hijos para que sean adultos competentes y humanitarios, capaces de funcionar en la sociedad, McCoby, 1992) fundamentalmente porque consideran que seria un factor de riesgo para los hijos.
Las principales creencias o temores son:

- Que los hijos criados por padres homosexuales tendrían un desarrollo de la identidad sexual alterada. Al revisar lo estudios que han indagado este tema (la mayoría de estudios en hijos de madres lesbianas), vemos que no hay diferencias en este aspecto entre hijos de homosexuales e hijos de heterosexuales, esto quiere decir que los hijos de homo. no revelan alteraciones en el desarrollo de la identidad de género (1), "Los niños se muestran contentos con su género y no desean ser miembros del sexo opuesto (2)" Tampoco hay diferencias en la preferencia de actividades, juegos, intereses o elección de ocupación en los hijos de homosexuales en comparación a los hijos de heterosexuales (3). Más concluyente aún, al menos 9 autores sostienen que la gran mayoría de los niños de padres gay/lesbianas estudiados, se describen a sí mismos como heterosexuales (4). La probabilidad de que estos niños sean adultos homosexuales no es mayor que la de los niños de padres heterosexuales, situándose en un 10% la prevalencia de la orientación homosexual en la población general. Por otra parte, se ha observado que los niños que viven en familias homoparentales son más flexibles en los roles de género y más tolerantes con la homosexualidad(5).

- Una segunda linea de temores tiene relación con que los hijos de padres homosexuales tendrían una especie de vulnerabilidad psíquica por lo que tendrían más problemas emocionales y conductuales y que además tendrían más problemas a nivel de relaciones interpersonales y serían más rechazados socialmente. Un importante estudio reveló que no habían diferencias significativas entre los hijos de madres lesbianas e hijos de madres heterosexuales en relación a problemas conductuales, conducta prosocial e hiperactividad, tanto en los informes obtenidos de las madres como de los profesores (6) y en 12 estudios revisados por Anderssen et al (2003) se observa que los hijos de madres lesbianas no tienen más problemas emocionales que otros niños. Otro estudio observó que en relación al auto estima de adolescentes, tampoco había diferencia entre los hijos de madres lesbianas y los de madres heterosexuales (7). Tampoco se observaron diferencias en relación a la inteligencia de niños hijos de hetero. y de homo. (8). Respecto de la estigmatización, 9 estudios que revisan este aspecto en hijos de madres lesbianas (8 estudios) y padres gay (un estudio), se concluyó que los niños no eran estigmatizados, pero sí tienden a ser más molestados por sus pares(9). Muchos de los hijos hombres de madres lesbianas refirieron ser más molestados en comparación con otros chicos, acerca de ser ellos mismos homosexuales (10), consecuencia de la intolerancia y prejuicios de otros adultos transmitidos a sus hijos...
Estudios sobre la relación con los pares de hijos de madres lesbianas (11) indican un desarrollo normal en esta área. No hay diferencias ni en la calidad de las relaciones de amistad ni en la percepción de su popularidad por parte de los compañeros (12) Incluso cuando la evaluación se realiza en la etapa de la adolescencia, donde el tema de la sexualidad tiene una especial relevancia, tampoco se detectan signos de aislamiento (13). En suma, los estudios reportan pocos o nulos incidentes serios de burlas o intimidación por tener padres homosexuales. Sin embargo, se evidencia que los niños son conscientes de la posibilidad de ser estigmatizados(14).

Podría continuar citando estudios que demuestran que NO hay evidencia que sugiera que los homosexuales (gay y lesbianas) sean inadecuados o incapaces de ejercer la paternidad, o que el desarrollo de los hijos de padres homosexuales se vea comprometido en algún aspecto en comparación al desarrollo de los hijos de padres heterosexuales. Una busqueda de estudios que digan lo contrario (frecuentemente cuando un estudio se publica, es posible luego encontrar otro que desestima la hipotesis porque observá resultados diferentes), será poco fructifera porque lo cierto es que respecto de este tema hay bastante consenso, y a pesar de esto hay grupos ideológicos que defienden el sin sentido radicalmente, huesos duros de roer...
En sintesis, todas las afirmaciones que niegan lo que la ciencia ya ha demostrado, están fundamentadas en el PREJUICIO. Y el prejuicio se desvanece con información y educación. Por esto es relevante difundir estos conocimientos para que la población reformule sus opiniones y re-elabore el concepto tradicional de familia, considerando la realidad actual de estructura familiar diversa, con familias que adoptan hijos, abuelos que hacen de padres, familias mono parentales, familias multiculturales, familias reconstituidas y familias de padres homosexuales.

"Las reflexiones políticas, legales y sociales sobre los derechos de los homosexuales, por ejemplo el relacionado con la custodia de los hijos y la adopción, deben realizarse desde el conocimiento científico de la situación familiar". El resto, son meras opiniones...

-Hijos de padres homosexuales: qué les diferencia Llobel, Navarro, Bort, 2004
(1)Green, 1978; Green, Mandel, Hotvedt, Gray y Smith, 1986; Kirkpatrick, Smith y Roy, 1981, Golombok, et al., 2003.
(2)Golombok, Spencer y Rutter, 1983.
(3) Kirkpatrick et al. 1981.
(4) Bailey et al. 1995; Bozett, 1989; Gottman, 1990; Golombok et al., 1983; Green, 1978; Huggins, 1989; Miller, 1979; Paul, 1986; Rees, 1979.
(5) en Navarro, Llobell y Bort, 2004

(6) Golombok et al.2003
(7) Huggins, 1989; Gershon et al., 1999.
(8) Flaks et al., 1995; Green et al., 1986; Kirkpatrick et al., 1981.

(9) Anderssen et al. 2003.
(10) Tasker y Golombok 1997.
(11) Golombok et al., 1983, Green, 1978, 1986
(12) Golombok et al., 1983
(13) Ahmann, 1999
(14) O´Conell, 1993; Tasker y Golombok, 1997

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